Odontopediatría

En Ple de Somriures contamos de una especialista en odontología  infantil. Disponemos de una área especial para los niños y niñas, que puedan pintar y jugar y así tener una espera más amena y divertida, que se sientan tranquilos antes de realizar los tratamientos dentales. 
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El papel del odontopediatra es fundamental en la atención de la salud bucodental perinatal e infantil, en particular en establecer un hogar dental.  

Nuestro objetivo es que desde una edad temprana se instauren unos hábitos de higiene bucodental estupendos porque es la base para un futura salud oral en edad adulta. Se da mucha importancia a la prevención de caries y enfermedades periodontales (gingivitis asociada a la presencia de placa bacteriana por un mal cepillado). Así que en la primera visita se realizara una valoración y exploración oral para valorar la presencia de caries, maloclusiones, acúmulo de placa bacteriana por malposición o por mala técnica y se explicara a niños y niñas y padres como se deben cepillar los dientes correctamente y que instrumentos utilizar (cepillo manual o eléctrico) también se realizara estudio de placa bacteriana para visualizarla y mejorar el cepillado. 

Consideraciones

Nieves Roca

Antes de su primer año de edad. La odontología ha cambiado drásticamente en las últimas décadas. Cada vez existe una mayor demanda de una odontología mínimamente invasiva, que intente analizar el porqué de la enfermedad y no sólo limitarse a solucionar el problema inmediato. 

La odontología para bebés se encuentra en la base de este cambio, en el cual el odontopediatra tiene la oportunidad de analizar y controlar los factores de riesgo de la enfermedad antes de que ésta aparezca.

Comenzar el cepillado tan pronto como el primer diente temporal aparezca. Se puede empezar utilizando dedales de silicona o cepillos con cabezales muy pequeños que deben ser utilizados por los padres.

El flúor ha demostrado ser una herramienta segura y eficaz para reducir la prevalencia de caries en el mundo y detener las desmineralizaciones del esmalte. Su uso debe basarse  en el riesgo individual de caries de cada niño o niña y decidir tipo de administración (barnices, geles o colutorios)y frecuencia.

Las investigaciones indican los dentífricos con concentraciones de >1000 partes por millón (ppm) de flúor o más, han probado ser eficaces en la reducción de caries.

Para prevenir la aparición de candidiasis.

Porque el masajeo de las encías puede ayudar a aliviar molestias en la futura erupción dental.

Se establecen vínculos afectivos con el lactante.

Se acostumbra a la manipulación de la cavidad oral de cara al futuro.

Como mínimo, dos veces al día. Uno de los dos cepillados diarios que sea por la noche pues es el más importante de todos.

Dedicar unos dos minutos al cepillado, cada vez que se haga. En bebés no se recomienda tanto tiempo, sino que el cepillado sea efectivo para eliminar la placa bacteriana sin tener en cuenta el tiempo ni la técnica empleada.

Después del cepillado escupir los restos de pasta pero no enjuagar con agua ni con otros líquidos.

De 0 a 3 años, utilizar una cantidad de pasta tamaño mancha o grano de arroz. Utilizar pasta dental con una concentración de 1000 ppm de flúor. No se ha demostrado que las pastas dentales con menor concentración de flúor aporten una prevención adecuada.

No se debe permitir a los niños comer o chupar pasta del tubo. 

A partir de los 3 años, utilizar una cantidad de pasta tamaño guisante/ anchura del cabezal. 

Utilizar pasta dental con una concentración de función de la edad:

3 a 6 años : 1000 ppm de flúor.

Mayores de 6 años: de 1450 ppm de ión flúor . No se ha demostrado que las pastas dentales con menor concentración de flúor aporten una prevención adecuada.

La mejor combinación es usar una pasta dental de alta concentración en pequeñas cantidades para niños por debajo de los seis años.Por esta razón es importante mostrar a los padres de qué hablamos al referirnos a las cantidades. Igualmente no se les debe permitir que coman o chupen pasta del tubo.

Supervisar el cepillado de los hijos, por lo menos hasta los ocho años, que es la edad en la que se considera que un niño ya tiene la habilidad motora suficiente para cepillarse correctamente.

Recordar que se tienen que cepillar todas las caras de los dientes.

Siempre que se pueda, utilizar una pasta dental con Arginina al 1.5% y Zinc.

La fluorosis es un riesgo sólo si se permite que el niño ingiera la pasta directamente del tubo; no se les debe permitir que coman o chupen pasta del tubo.

Hay quien piensa que el cuidado de los dientes “de leche” no tiene importancia ya que estos dientes serán reemplazados por los dientes permanentes.

Los dientes temporales o “dientes de leche” son importantísimos para que el niño pueda masticar y deglutir bien con lo que se desarrollará adecuadamente, para hablar correctamente, para mantener el espacio para los dientes permanentes y para desarrollar una sana autoestima.

La succión del dedo es un hábito reflejo y natural en muchos bebés durante los primeros meses de vida (¡inclusive dentro de la barriga!). Sin embargo, si persiste se convierte en un hábito muy difícil de eliminar y a largo plazo ocasiona graves secuelas en la mordida de tu hijo.

Si tu hijo tiene más de 3 años y aún se chupa el dedo, consulta al ortodoncista o al odontopediatra para que te asesore.

Intenta que el orificio del biberón tenga un flujo similar al de los senos maternos para que el bebé realice los ejercicios de succión necesarios.

Intenta dar el biberón con el bebé en una posición vertical para que éste realice ejercicios de succión con mayor esfuerzo y se promueva un correcto crecimiento de la boca.

Nunca añadas azúcar, miel, endulzantes o cereales al biberón. Los zumos deben ser ofrecidos en tacitas, no en biberón.

A partir de la erupción del primer diente, evita el biberón nocturno. De no hacerlo, es muy importante que realices la limpieza bucal antes de que tu bebé se duerma.

El biberón debe limitarse a los 12-18 meses de nacido. A partir de esta edad, intenta que tu hijo beba todos los líquidos de una taza.

No. El calcio necesario para la formación de los dientes de tu bebé proviene de una alimentación balanceada, nunca de tus dientes.

A partir de la sexta semana de embarazo y siguen desarrollándose hasta erupcionar en la boca. Por ello es tan importante la alimentación de la embarazada; cualquier problema de salud de la madre o del bebé durante este periodo podría afectar la estructura de los dientes temporales.

Los dientes permanentes se empiezan a formar poco antes del parto hasta alrededor del tercer año de vida del niño. Por ello algunas enfermedades o medicaciones en la primera infancia pueden repercutir sobre la formación del esmalte de los dientes permanentes.

No. Se desconocen los efectos en el feto del flúor sistémico prenatal.

Únicamente, los efectos tópicos del flúor del tipo enjuagues, geles y barnices han probado ser los únicos beneficiosos.

Sí, es de vital importancia porque:

La succión del pecho es una actividad esencial para el correcto crecimiento y desarrollo de su boca.

Los niños que tienen una lactancia materna adecuada presentan menos problemas de maloclusiones (malas mordidas) que los alimentados con biberón desde los primeros meses.

La leche materna contiene anticuerpos responsables de la defensa de su organismo.

La lactancia le proporciona satisfacción y seguridad.

No necesariamente. La leche materna no es cariogénica; sin embargo, recuerda que los factores principales para la aparición de caries precoz de la infancia son la falta de higiene y la alimentación nocturna. Por ello, si la lactancia materna es a demanda durante la noche, y además, la madre no limpia los dientes de su bebé después de la toma, el bebé puede desarrollar cavidades.

De ser utilizado, el chupete debe limitarse a los 18-24 meses de edad ya que existe una fuerte asociación entre este hábito y la alteración en la posición de la lengua, que puede ocasionar maloclusiones (malas mordidas).

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